Conocimiento por grupo taxonómico
   

 

Las primeras ideas sobre el conocimiento de los hongos en Cuba son posiblemente fruto de la expedición que el Brigadier Conde de Mopox y Jaruco realizara a la región oriental de la isla entre los años 1796 y 1802. Los resultados de esta expedición quedaron plasmados en 1802 en un folleto de 66 páginas de dibujos cuyos manuscritos se encuentran en el Real Jardín Botánico de Madrid (León, 1946). Muchos años después, Sotos (1984) publicó una recopilación de estas ilustraciones titulada Flora y Fauna Cubanas del siglo XVIII, la cual  incluye una lámina de un representante de la familia Phallaceae, Gasteromycetes sin ninguna información o descripción complementaria.

 

Las primeras obras con un aporte significativo a la Micología en Cuba, y que constituyen fuentes de obligada consulta, son sin dudas las de Montagne (1842) y las de Berkeley & Curtis (1868, 1869), estas últimas basadas en las colectas realizadas por el botánico norteamericano Charles Wright entre 1856 y 1866. En el trabajo de Montagne se incluyen descripciones e ilustraciones de más de 90 taxones de Hymenomycetes, Pyrenomycetes, Hyphomycetes, Gasteromycetes, Myxomycetes y líquenes fundamentalmente. Mientras que en el primero de los trabajos de Berkeley y Curtis se registran 488 especies de Hymenomycetes y en el segundo 398 especies de Gasteromycetes, Myxomycetes, Coelomycetes, Hyphomycetes, Ascomycetes y otros grupos menos conocidos.

 

Los líquenes colectados por Wright también sirvieron de base para otras dos importantes publicaciones, la de Müller en 1855 y la de Nylander en 1876 (Álvarez Conde, 1958).

 

En el primer tercio de este siglo se puede resaltar el trabajo de Earle (1906) sobre hongos cubanos y las contribuciones a la taxonomía de grupos como Agaricaceae y Polyporaceae (Murrill 1911a, 1911b, 1911c, 1911d, 1912, 1913, 1918a, 1918b, 1919, 1920, 1921), Coryneliaceae (Fitzpatrick, 1920), Discomycetes (Seaver, 1914, 1928; Durand, 1921), Hydnaceae (Banker, 1912), Hypocreales (Seaver, 1909, 1910, 1911), Ustilaginales (Clinton, 1906), Uredinales (Arthur, 1907–1927; Jackson, 1926; Kern & Chardon, 1927).

 

Posteriormente y aproximadamente hasta los años 60 se encuentran en la literatura micológica referencias aisladas sobre hongos macroscópicos y microscópicos cubanos (Thurston & Kern, 1933; Limber, 1940; Miller, 1940; Cummins, 1942; Davidson et al., 1942; Fitzpatrick, 1942; Kern & Thurston, 1944; Orton, 1944; Hughes, 1951a, 1951b; Dennis, 1954; Langdon, 1955; Dennis, 1956, 1957; Kuehn, 1958; Singer & Smith, 1958; Denison, 1959; Baxter,1959, 1961; Hansford, 1961; Wells,1961; Batista & Ciferri,1962, 1963; Deighton & Pirozynski, 1966; Deighton, 1967, 1969; Denison,1967; Reeves & Welden, 1967; Deighton & Macgarvie, 1968; Dickinson, 1968; Ellis, 1968; Cummins et al.,1969).

 

Por su parte, los trabajos de Sparrow (1952a, 1952b, 1952c) sobre los "Phycomycetes" cubanos merecen mención aparte, porque hasta el presente están considerados como los únicos relevantes para ese grupo en nuestro país.

 

En esta etapa el aporte al conocimiento de la micobiota cubana se realizó fundamentalmente por investigadores foráneos, por lo que los trabajos de Ponce de León (1946, 1958) sobre la descripción de una nueva especie de la familia Boletaceae y la revisión del género Geastrum en Cuba cobran una mayor relevancia.

 

A finales de la década del 60 comienzan a apreciarse los cambios en la estructura y organización científica del país como consecuencia de las transformaciones socio-políticas y económicas que se producen al triunfo de la Revolución en 1959. Estos cambios provocan el establecimiento de convenios de colaboración científica fundamentalmente con diversos países del antiguo campo socialista europeo y la creación de instituciones científicas que abordaran las diferentes líneas de trabajo micológico incluyendo la capacitación del personal destinado a acometerlas.

 

Entre los primeros resultados de esta etapa se deben resaltar el trabajo de Marvanova & Marvan (1969) sobre hifomicetes acuáticos, la Clave para la determinación de los macromicetos de Cuba de Kreisel (1971a) que incluye 205 géneros de estos hongos,las publicaciones de Rodríguez (1975, 1976) sobre los hongos epifilos, las de Bondarceva & Herrera (1977, 1979a, 1979b) sobre Aphyllophorales y las de Ryvarden (1979) acerca de las Polyporaceae. Además pueden citarse los reportes de especies del género Clavicorona (Dodd, 1972) y de Sclerotiniaceae (Dumont, 1974) y los estudios de Schmiedeknecht (1971), Monoson (1974) y Monoson & Rogers (1978) acerca de las royas.

 

En estos últimos 20 años, con el incremento de los especialistas cubanos y el fortalecimiento de las instituciones científicas dedicadas a las investigaciones taxonómicas se ha enriquecido notablemente el conocimiento sobre los hongos cubanos, lo cual se puede apreciar en los múltiples artículos publicados en revistas nacionales y extranjeras.

 

En este período se pueden destacar las contribuciones acerca de la taxonomía de diferentes grupos como: las familias Ganodermataceae, Hymenochaetaceae y Polyporaceae (Bondarceva & Herrera, 1980a, 1980b, 1981a, 1981b, 1984a, 1984b, 1986, 1988, 1989; Bondarceva et al., 1992; Herrera & Bondarceva, 1982, 1985a, 1985b), los hongos de la fumagina, (Rodríguez, 1981a, 1981b, 1984, 1985a, 1985b; Rodríguez & Gómez, 1983; Rodríguez & Camino, 1985), la familia Xylariaceae (Recio,1981, 1982, 1988a, 1988b, 1989a, 1989b, 1990, 1991, 1992), la familia Meliolaceae (Rodríguez, 1989, 1990; Rodríguez & Camino, 1986, 1987), la división Myxomycota Camino (1991, 1998a, 1998b), la familia Micropeltaceae (Gómez, 1992a, 1992b, 1995a, 1995b, 1996-1997; Gómez & Clavel, 1996-1997; Gómez & López, 1995), la familia Cladoniaceae (Iglesias, 1996, 1999) y los carbones (Piepenbring & Rodríguez, 1998a, 1998b) .

 

Con relación a los hongos anamórficos, puede afirmarse que es el grupo donde se ha consolidado el trabajo de manera más notable y con una alta producción científica en la que sobresalen los investigadores nacionales. Los aportes incluyen reportes para distintas regiones del país, informaciones ecológicas y estudios taxonómicos, con un significativo número de taxones descritos como nuevos para la Ciencia o para Cuba (Arnold & Castañeda-Ruíz, 1984; Arnold & Guerra, 1986; Castañeda-Ruíz, 1984, 1985a, 1985b, 1986a, 1986b, 1987, 1988; Castañeda-Ruíz & Arnold, 1985a, 1985b; Castañeda-Ruíz & Rodríguez, 1988; Castañeda-Ruíz & Kendrick, 1990a, 1990b, 1991; Castañeda-Ruíz et al., 1984, 1989, 1998a, 1998b, 1998c, 1998d; Hernández & Mena-Portales, 1995; Holubová-Jechová, 1983, 1987a, 1987b, 1988a, 1988b; Holubová-Jechová & Castañeda-Ruíz, 1986; Holubová-Jechová & Mercado-Sierra, 1982, 1984, 1986, 1989; Mena-Portales, 1988; Mena-Portales & Mercado-Sierra, 1984, 1986, 1987a, 1987b, 1987c, 1988a, 1988b; Mena-Portales et al., 1999; Mercado-Sierra, 1980a, 1980b, 1980c, 1981, 1982a, 1982b, 1983a, 1983b, 1984a, 1984b, 1984c, 1984d; Mercado-Sierra & Castañeda-Ruíz, 1983, 1984, 1985, 1987; Mercado-Sierra & Mena-Portales, 1985, 1988a, 1988b, 1988c, 1992a, 1992b, 1995; Mercado-Sierra et al., 1987, 1988, 1989). Merece mención especial en este grupo la publicación del primer volumen dedicado a la taxonomía de los hongos de Cuba (Mercado-Sierra et al., 1997) con la descripción de 201 especies de Hyphomycetes.

 

En estos últimos años también se tienen obras significativas que tratan de forma total o parcial la micobiota cubana, aunque sin la participación de autores cubanos. Como ejemplo están los aportes en Agaricales (Pegler, 1983, 1987a, 1987b, 1987c), Uredinales (Schmiedeknecht, 1983, 1985), Meliolales (Schmiedeknecht, 1989), Mucorales (Arnold, 1991), Hyaloscyphaceae (Haines & Dumont, 1983), Polyporaceae (Kotlaba et al. 1984; Ryvarden, 1982) y los reportes de especies del género Uromyces (Monoson & Schlesser, 1980; Monoson & Prose, 1983).

 

Recientemente, en el Estudio Nacional sobre la Diversidad Biológica en la República de Cuba (Vales et al., 1998), al abordar la diversidad de los microorganismos se ofrecieron datos muy generales del estado de conocimiento de los hongos en nuestro país, tanto desde el punto de vista taxonómico como ecológico. En ese trabajo se reportó la presencia  de 3728 especies de hongos, de los cuales 29 correspondían a mixomicetes, 988 a líquenes y 2711 al resto de los grupos. No obstante, constituir ese estudio el primer diagnóstico integral sobre el estado de la diversidad cubana y ser la base a partir de la cual se elaboró la Estrategia Nacional de Biodiversidad de Cuba, para el caso de los microorganismos y específicamente para los hongos constituyó una aproximación que dejó muchos vacíos por lo disperso de la información en esos grupos.

 

Para tratar de completar la información sobre la micobiota cubana en este trabajo se consultaron las bases de datos de los herbarios y ceparios más importantes del país, así como las bases bibliográficas obtenidas de la revisión de obras tanto clásicas  como modernas en que se citan hongos cubanos y de revistas micológicas. Los listados de nombres así obtenidos se actualizaron, en lo posible, siguiendo a los especialistas actuales para cada grupo. El sistema general de clasificación que se siguió fue el propuesto en la última edición del Ainsworth & Bisby’s Dictionary of the Fungi (Hawksworth et al., 1995).

 

En general, se puede mencionar que la cifra total de especies reportadas hasta el presente para Cuba (3872) constituye el 5.3 % del total de especies conocidas a escala mundial y aproximadamente el 10 % de un estimado un poco más ajustado de unas 42000 especies en hábitats terrestres y acuáticos de nuestro archipiélago. También se encontró que no existe información sobre representantes de Hyphochytriomycota y Labyrinthulomycota en las bases de datos consultadas. En comparación con lo reportado a escala mundial, los integrantes de Plasmodiophoromycota y Basidiomycota son los menos representados con el 2.17 % y el 2.8 % respectivamente. Mientras que los de Ascomycota con el 9,44%, Acrasiomycota con el 8.33 % y Zygomycota con el  7.5 % son los mejores representados (Tabla 2). La situación particular de cada división se discute por separado.

 

Tabla 2. Comparación entre el número de especies reportadas en los diferentes grupos de hongos en Cuba y el Mundo.

 

Especies y porcentajes

PROTOZOA

División

Mundial

Cuba

%

Acrasiomycota

12

1

8.33

Dictyosteliomycota

46

 3

6.52

Myxomycota

719

43

5.98

Plasmodiophoromycota

46

1

2.17

CHROMISTA

División

Mundial

Cuba

%

Hyphochytriomycota

 

-

0

Labyrinthulomycota

 

-

0

Oomycota

694

35

5.04

FUNGI

División

Mundial

Cuba

%

Ascomycota

32267

3047

9.44

Basidiomycota

22244

624

2.80

Chytridiomycota

793

34

4.29

Zygomycota

1056

84

7..5

Total

72877

3872

5.3

 

 

En la actualidad los Divisiones Acrasiomycota, Dictyosteliomycota, Myxomycota y Plasmodiophoromycota se incluyen en el Reino Protozoa. Estas divisiones incluyen pocas especies a escala mundial con excepción de Myxomycota. En Cuba se registra una sola especie en Acrasiomycota y Plasmodiophoromycota y tres en Dictyosteliomycota.

 


DIVISIÓN  MYXOMYCOTA

 

La División Myxomycota presenta dos Clases: Myxomycetes y Protosteliomycetes, pero en Cuba no existe ningún registro de representantes de la última clase mencionada.

 

Los integrantes de la Clase Myxomycetes son generalmente cosmopolitas, pero algunos solo prosperan en regiones y hábitats restringidos; su distribución depende del pH, del tipo de substrato y de otros factores, pero principalmente de la humedad y temperatura ambientales. La mayoría de estos hongos se desarrollan como saprobios sobre restos orgánicos en descomposición, fundamentalmente de origen vegetal.

 

Los órdenes mejor representados de la Clase Myxomycetes son Echinosteliales  con 4 especies que representan el 19 % del número total reportado a escala mundial  y Trichiales con 16 y 10.3 % respectivamente. No se hallaron registros de Echinosteliopsidales. El otro orden pobremente representado fue Stemonitales con solo 2 especies y el 1.25 % (Tabla 3).

 

Tabla 3. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la clase Myxomycetes y el porcentaje que representan del total de especies reportadas para  cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Familias

Géneros

Especies

% Mundial

Echinosteliales

2

2

4

19

Echinosteliopsidales

0

0

0

0

Liceales

3

4

5

5.4

Physarales

2

6

16

5.4

Stemonitales

1

2

2

1.25

Trichiales

2

5

16

10.3

Totales

10

19

43

5.98

 

 


DIVISIÓN  OOMYCOTA

 

La División está incluida en los Chromistas y solo tiene una sola Clase (Oomycetes). Sus integrantes tienen  hábitat acuático y terrestre, actuando como saprobios o parásitos, en ocasiones causando enfermedades importantes en plantas vasculares. 

En nuestro país, los órdenes mejor representados en la Clase Oomycetes son los Pythiales con 18 especies y los Peronosporales con 10, que constituyen el 9.78 % y el 6.75 % respectivamente del total de especies reportadas en el mundo para esos órdenes.  En las bases de datos no se encontró ningún registro de los órdenes siguientes: Myzocytiopsidales, Rhipidiales, Salilagenidales y Sclerosporales. Otros órdenes pobremente representados son Leptomitales (3.33 %) y Saprolegniales (3.57 %) (Tabla 4).

 

Tabla 4. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Oomycetes y el pocentaje que representan del total de especies reportadas para  cada orden a nivel mundial.

 

Órdenes

Familias

Géneros

Especies

% Mundial

Leptomitales

1

1

1

3.33

Myzocytiopsidales

0

0

0

0

Olpidiopsidales

1

1

1

5.88

Peronosporales

2

3

10

6.75

Pythiales

1

4

18

9.78

Rhipidiales

0

0

0

0

Salilagenidales

0

0

0

0

Saprolegniales

1

5

5

3.57

Sclerosporales

0

0

0

0

Totales

6

14

35

5.04

 


DIVISIÓN  CHYTRIDIOMYCOTA

 

Los miembros de su única clase son de hábitat acuático o terrestre y se desarrollan sobre materia orgánica viva o muerta, actuando como saprobios o parásitos de nematodos, insectos, plantas y hongos; algunos son anaerobios obligados en intestinos de herbívoros. Es muy discutida su presencia en el Reino de los Hongos por la presencia en sus miembros de zoosporas flageladas.

 

 En la Clase Chytridiomycetes los órdenes que tienen registrados un mayor número de especies son los Chytridiales con 21 y Blastocladiales con 8. Sin embargo, si la comparación se realiza en base al porcentaje que representa del total mundial reportado el orden más favorecido es Monoblepharidales con el 10.52 %, pero con solo 2 especies registradas, y Blastocladiales con el 6.34 %. No existe ningun reporte de miembros de los Neocallismastigales (Tabla 5)

 

Tabla 5. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Chytridiomycetes y el porcentaje que representan del total de especies reportadas para cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Familias

Géneros

Especies

% Mundial

Blastocladiales

3

4

 8

6.34

Chytridiales

4

14

21

3.71

Monoblepharidales

1

1

2

10.52

Neocallismastigales

0

0

0

0

Spizellomycetales

2

2

3

4.54

Totales

10

21

34

4.29

 


DIVISIÓN  ZYGOMYCOTA

 

La División Zygomycota tiene dos Clases: Trichomycetes y Zygomycetes. Sin embargo de la primera no existe ninguna información en las bases de datos. Los representantes de los Zygomycetes pueden ser saprobios, simbiontes o parásitos. En Cuba, sin lugar a dudas el orden mejor estudiado es Glomales con el registro de 64 especies que constituyen el 40 % de lo reportado a nivel mundial. En las bases de datos no existe ningún registro de Dimargaritales y se aprecia un pobre conocimiento acerca del orden Entomophthorales que tiene solo 2 especies reportadas, para el 1.08 % de lo que se conoce en el ámbito mundial (Tabla 6).

 

Tabla 6. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Zygomycetes y el porcentaje que representan del total de especies reportadas para cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Familias

Géneros

Especies

% Mundial

Dimargaritales

0

0

0

0

Endogonales

1

1

1

4.76

Entomophthorales

1

2

2

1.08

Glomales

3

6

64

40

Kickxellales

1

1

1

4.76

Mucorales

7

10

16

5.35

Zoopagales

1

1

1

0.62

Totales

14

21

84

9.6

 


DIVISIÓN  ASCOMYCOTA

 

Es el grupo de hongos más grande y abundante en la naturaleza, sus integrantes son saprobios y parásitos, especialmente de plantas, aunque también producen importantes patologías en los animales y en el hombre. Se considera que alrededor de la mitad de las especies de ascomicetes son capaces de formar líquenes. En la actualidad, dentro de este grupo también se incluye a la mayoría de los hongos anamórficos.

 

Los hongos anamórficos estuvieron agrupados fundamentalmente en la subdivisión Deuteromycotina o en la división Deuteromycota y comprende un numeroso grupo de organismos que se reproducen típicamente de manera asexual por medio de conidios (esporas asexuales especializadas, no móviles, que no están contenidas en esporangio alguno). Aunque para algunos se conoce la fase perfecta o sexual, la mayoría de las 15000 especies no tienen estado sexual conocido, por lo que en los hongos anamórficos se agrupan, no solo los estadios asexuales, conidiales o imperfectos de los hongos superiores, sino también aquellas especies que no se le conoce su estado de reproducción sexual o que perdieron esta capacidad durante su evolución.

 

En estos momentos existe una tendencia creciente de no aceptar como categorías taxonómicas formales a aquellas que incluyen a los hongos anamórficos, por considerarse que no constituyen una unidad filogenética (Carmichael et al, 1980; Kendrick, 1992, Hawksworth et al, 1995). Este criterio va ganando muchos adeptos como consecuencia del desarrollo de modernas técnicas ultraestructurales y de biología molecular, las cuales permitirán ubicar paulatinamente a aquellos hongos que no se le conoce su estado sexual o que lo han perdido, en las categorías taxonómicas correspondientes, fundamentalmente dentro de  Ascomycota.

 

Los órdenes de ascomicetes no liquenizados que están mejor representados en las bases de datos por el número de especies son:  Meliolales con 421, Dothideales con 238, Hypocreales con 100 y Xylariales con 99. Sin embargo, el comportamiento con relación al porcentaje es  Meliolales (26.54 %), Eurotiales (25.86 %), Trichotheliales (19.16 %), Hypocreales (16.28 %), Xylariales (12. 45 %), Calosphaeriales (11.9 %), Onygenales (11.11 %) y Microascales (10.13 %). No existen registros en las bases de los órdenes Cyttariales, Elaphomycetales, Laboulbeniales, Lahmiales, Medeolariales, Neolectales, Pneumocystidales, Protomycetales, Schizosaccharomycetales, Spathulosporales, Taphrinales y Triblidiales. Otros órdenes pobremente representados por el número de especies son Coryneliales, Diatrypales, Ophiostomatales, Rhytismatales, Trichosphaeriales, Calosphaeriales, Erysiphales, Microascales, Halosphaeriales, Onygenales y Saccharomycetales. De estos, solo coinciden con cifras también bajas en los porcentajes Rhytismatales (0.98 %), Trichosphaeriales (1.07 %), Diatrypales (1.47 %), Phyllachorales (1.74 %) y Erysiphales (1.83 %) (Tabla 7).

 

Por lo tanto se puede asegurar que, de forma general, los órdenes mejores representados son Meliolales, Hypocreales y Xylariales y los peor representados, con excepción de los que no hay ninguna información, son Rhytismatales, Trichosphaeriales, Diatrypales, Phyllachorales y Erysiphales. Entre los que no presentan registros se destacan los Laboulbeniales.

 

Tabla 7. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Ascomycetes (no liquenizados) y el porcentaje que representan del total de especies reportadas para  cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Familias

Géneros

Especies

% Mundial

Calosphaeriales

1

1

5

11.9

Coryneliales

1

1

1

3.22

Cyttariales

0

0

0

0

Diaporthales

2

9

14

3.3

Diatrypales

1

3

3

1.47

Dothideales

39

118

238

4.99

Elaphomycetales

0

0

0

0

Erysiphales

1

3

8

1.83

Eurotiales

1

10

60

25.86

Halosphaeriales

1

7

9

7.9

Hypocreales

3

34

100

16.28

Laboulbeniales

0

0

0

0

Lahmiales

0

0

0

0

Leotiales

7

25

19

0.93

Medeolariales

0

0

0

0

Meliolales

1

5

421

26.54

Microascales

1

2

8

10.13

Neolectales

0

0

0

0

Onygenales

4

8

10

11.11

Ophiostomatales

1

2

4

3.67

Pezizales

7

22

42

4.1

Phyllachorales

1

4

20

1.74

Pneumocystidales

0

0

0

0

Protomycetales

0

0

0

0

Rhytismatales

1

4

4

0.98

Saccharomycetales

3

6

10

3.66

Schizosccharomycetales

0

0

0

0

Sordariales

5

29

59

8.72

Spathulosporales

0

0

0

0

Taphrinales

0

0

0

0

Triblidiales

0

0

0

0

Trichosphaeriales

1

4

4

1.07

Trichotheliales

1

4

46

19.16

Xylariales

2

10

99

12.45

Asc. ins. sed.

-

2

2

-

Hongos anamórficos

-

-

619

4.12

Totales

85

313

1184

5.6

 

*El caso de los hongos anamórficos es particular ya que en la tabla aparecen incluidos en este grupo solo las especies que no se les conoce la conexión con el teleomorfo, el resto se ubican en los diferentes órdenes de los ascomicetes.

 

Se puede considerar que los hongos anamórficos son un grupo relativamente bien estudiado en Cuba, se conocen unas 1200 especies, de las cuales algo más de 900 se han incluido tradicionalmente en la clase Hyphomycetes, estando los Coelomycetes más pobremente investigados. Los hongos anamórficos reportados para nuestro país constituyen el 8 % de lo que se conoce en el ámbito mundial.

 

En nuestro país se estima que deben existir  unas 40000 especies de hongos que colonizan hábitats terrestres, según la relación seis especies fúngicas por una de plantas superiores. Si nos basamos en esta relación podemos estimar que deben vivir en nuestro archipiélago aproximadamente 8 000 especies de líquenes, ya que una de cada cinco especies de hongos ha adoptado la estrategia de liquenización.

 

En las bases de datos hasta el momento hay registradas 1244 especies de líquenes agrupados en 161 géneros lo que representa el 15.5 % del  total de especies estimadas para nuestro país y el 6.22 % de lo reportado a nivel mundial. El orden mejor representado en número total de especies es Lecanorales y después en orden decreciente Ostropales, Pyrenulales y Arthomiales. Los órdenes peor representados son Patellariales, Caliciales, Lichinales y Pertusariales. Sin embargo, si la comparación se hace sobre la base del porcentaje que representa del total reportado a escala mundial, los órdenes mejor representados son Pyrenulales con 24.02 %, Gyalectales con 13.88 % y Arthoniales con 12.15 %. Los peores representados son Dothideales con 0.63 %, Teloschistales con 3.81 % y Lichinales con el 3.91 % (Tabla 8).

 

Tabla 8. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Ascomycetes (liquenizados) y el % que representan del total de especies reportadas para  cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Familias

Géneros

Especies

% Mundial

Arthoniales

3

16

146

12.15

Caliciales

2

4

11

5.44

Dothideales

1

2

30

0.63

Gyalectales

1

4

15

13.88

Lecanorales

23

65

573

8.06

Lichinales

1

6

11

3.91

Ostropales

5

25

182

9.81

Patellariales

1

2

2

4,34

Peltigerales

3

7

24

4.66

Pertusariales

1

1

15

4.91

Pyrenulales

3

18

160

24.02

Teloschistales

1

4

22

3.81

Verrucariales

1

7

53

7.36

Totales

44

161

1244

6.77

 


DIVISIÓN  BASIDIOMYCOTA

 

La División es, en relación con lo reportado a escala mundial, una de las menos representadas. Sin embargo algunos de los representantes de este grupo se encuentran entre los más estudiados en el país.  Entre las principales causas, podemos mencionar el que muchos de sus integrantes son macroscópicos, por lo que han llamado la atención de los micólogos,  así como de loa colectores, especializados o no.  También entre ellos se encuentran grupos con una gran importancia desde el punto de vista fitopatogénico, como es el caso de las royas y los carbones, a los que se les han dedicado grandes esfuerzos. Presenta tres clases: Basidiomycetes, Teliomycetes y Ustomycetes.

 

En la Clase Basidiomycetes los órdenes mejor representados numéricamente son Agaricales, Poriales e Hymenochaetales. No existe información de los órdenes Ceratobasidiales y Melanogastrales. También hay un gran número de órdenes con un solo registro, como son los casos de Agaricostilbales, Atractiellales, Dacrymycetales, Phallales, Schizophyllales, Sclerodermatales, Thelephorales y Tulasnellales. No obstante, si se analiza la información relacionada con el porcentaje que representa el número de especies del total mundial se aprecia que los órdenes mejor representados son Agaricostilbales (50 %), Auriculariales (18.8 %), Ganodermatales (15.7 %), Hymenochaetales (15.5 %) y Poriales (12.5 %). Los órdenes Thelephorales (0.4 %), Phallales (0.7 %), Cantharellales (1.18 %), Dacrymycetales (1.4 %),Gomphales (1.5 %), Lachnocladiales (1.5 %) y Cortinariales (1.91 %) tienen bajos porcentajes de representatividad (Tabla 9).

 

Tabla 9. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Basidiomycetes y el porcentaje que representan del total de especies reportadas para  cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Fam.

Gen. 

Esp.

% Mundial

Agaricales

10

58

163

2.71

Agaricostilbales

 1

1

1

50.0

Atractiellales

1

1

1

7.7

Auriculariales

1

1

3

18.8

Boletales

9

23

30

4.1

Cantharellales

5

7

8

1.18

Ceratobasidiales

0

0

0

0

Cortinariales

2

11

26

1.91

Dacrymycetales

1

1

1

1.4

Ganodermatales

1

3

13

15.7

Gomphales

2

2

2

1.5

Hericiales

3

4

5

3.6

Hymenochaetales

2

14

73

15.5

Lycoperdales

2

5

10

3.7

Lachnocladiales

1

1

2

1.5

Melanogastrales

0

0

0

0

Nidulariales

1

2

2

3.4

Phallales

1

1

1

0.7

Poriales

4

51

134

12.5

Russulales

1

2

10

2.1

Schizophyllales

1

1

1

2.2

Sclerodermatales

1

1

1

2.6

Stereales

8

32

45

3.9

Thelephorales

1

1

1

0.4

Tremellales

3

6

7

2.7

Tulasnellales

1

1

1

3.4

Tulostomatales

2

2

3

2.8

Totales

65

232

544

3.94

 

La Clase Teliomycetes está representada por dos órdenes: Septobasidiales y Uredinales; del primero no existe información en las bases de datos y del segundo solo se conoce el 0.6 % de las especies descritas (Tabla 10). La explicación de este bajo porcentaje, es que a pesar de la importancia de las royas y de la atención que históricamente se les ha prestado, en este grupo se ha registrado mucha sinonimia.

 

Tabla 10. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Teliomycetes y el porcentaje que representan del total de especies reportadas para  cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Fam.

Gen. 

Esp.

% Mundial

Septobasidiales

0

0

0

0

Uredinales

7

15

39

0.6

Totales

7

15

39

0.54

 

En la Clase Ustomycetes hay dos órdenes de los cuales no existen registros y otros tres de los que existe uno solo. El único orden que presenta cierta representatividad numérica es Ustilaginales con 38 especies, el 4 % de lo reportado en el ámbito mundial. En el caso del orden Graphiolales que tiene un relativo alto porcentaje, es el resultado de un solo registro de las escasas seis especies que tiene este orden (Tabla 11).

 

Tabla 11. Comparación entre el número de familias, géneros y especies reportadas en los diferentes órdenes de la Clase Ustomycetes y el porcentaje que representan del total de especies reportadas para  cada orden a escala mundial.

 

Órdenes

Fam.

Gen. 

Esp.

% Mundial

Cryptobasidiales

0

0

0

0

Cryptomycocolacales

0

0

0

0

Exobasidiales

1

1

1

1.5

Graphiolales

1

1

1

16.7

Platygloeales

1

1

1

1.2

Ustilaginales

2

14

38

4.0

Totales

5

17

41

3.68

 


CONCLUSIONES

  1. Para Cuba se reportan en nuestra base de datos 3872 especies fúngicas, correspondientes a 2743 géneros, e incluidas en 594 familias y 106 órdenes.

  2. Se encuentran representados todas las Divisiones incluidos en el grupo, con excepción de Labyrinthulomycota e Hyphochutriomycota.

  3. Se encuentran representados todos los Divisiones incluidos en el grupo, con excepción de Labyrinthulomycota e Hyphochytriomycota.

  4. Los Divisiones mejor representados, si los comparamos con los números reportados a escala mundial, son: Ascomycota, Acrasiomycota, Zygomycota, y Dictyosteliomycota.

  5. Los Divisiones peor representados, siguiendo el mismo criterio, (con excepción de Labyrinthulomycota e Hyphochytriomycota)  son: Plasmodiophoromycota y  Basidiomycota.

  6. No hay información sobre los integrantes de las Clases Protosteliomycetes y Trichomycetes. Existe pobre información sobre la clase Coelomycetes.

  7. Otros órdenes pobremente representados son Cantharellales, Cortinariales, Dacrymycetales, Diatrypales, Dothideales, Entomophthorales Erysiphales, Exobasidiales, Gomphales, Graphiolales, Lachnocladiales, Leptomitales, Lichinales, Phallales, Phyllachorales, Platygloeales, Rhytismatales,Saprolegniales, Teloschistales Thelephorales, Trichosphaeriales y Uredinales.

  8. Estas estadísticas hay que valorarlas con mucho cuidado ya que, por ejemplo, en Divisiones con tan poca representación como Basidiomycota, hay grupos relativamente bien estudiados como los órdenes  Hymenochaetales (15.5 %) y Poriales (12.5 %),  y otros tan pobremente representados como los Uredinales (0.6 %).

 
 
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